Resumen:
“El
llamado “capítulo económico” de la Constitución, no está como
en otras Constituciones de reciente promulgación, en un capítulo
propiamente hablando, sino que sus disposiciones están dispersas a
lo largo de la carta magna”1
(p 214).
Según
Francisco Suárez Dávila se puede dividir en tres vertientes: La
parte medular sustantiva del “capítulo económico”,
en la cual se plasma el constitucionalismo social y el papel rector
del estado en los artículos: 27, 28, 123, 131, 31(fracción IV) y el
134. Aspectos
económicos de política social que conformaron la vertiente mexicana
del estado de bienestar (Welfare State),
que
contienen principalmente: la educación (3 y 123 ), la salud (4), la
seguridad social (123) y la vivienda (4 y 123). Las
disposiciones orgánicas relacionadas con las facultades del
ejecutivo y el legislativo que norman los principales instrumentos
para actuar en materia económica:
La ley de ingresos, la deuda pública, la cuenta pública (73-75) y
la entidad de fiscalización superior (79).
Al
juicio de Francisco Suárez Dávila, las tres vertientes anteriores
sustentan un proyectpo económico vigente y moderno.
El
autor considera innecesario crear una nueva constitución, ya que la
vigente no sólo es una herencia histórica, sino que ya incluye los
medios y las formas para modificarla y así poder hacer frente a los
cambios de la sociedad y la economía.
Elementos
básicos del proyecto económico constitucional: Democracia social,
Rectoría del Estado mexicano del desarrollo nacional, sistema de
planeación democrática, régimen de economía mixta, nacionalismo
económico (petróleo y otros sectores), prioridad asignada al
desarrollo rural integral, libre mercado, Comisión Federal de
Competencia, protección al consumidor, Banco central autónomo
(BANXICO), Estado defensor del bienestar (IMSS), (INFONAVIT),
Fiscalización Superior de la Federación.
Contraproyecto
Constitucional:
Hacer
una Constitución con muy pocos principios generales; el estado se
debe limitar a proporcionar la seguridad pública, promover la
estabilidad macroeconómica, promover mercados libres, provisión de
bienes públicos, dejando un amplio margen para la participación del
sector privado, en resumen, regresar al “dejar hacer dejar pasar”,
“para esta visión la Constitución política actual es la causa
del atraso y la falta de equidad de nuestro país” 1(p
219).
El
autor aboga por enmendar la Constitución ahí donde se requiera,
para mantener el dinamismo que ha venido teniendo a través del
tiempo, cosa con la cual concuerdo, ya que esto permitiría liberar
de ataduras al sistema económico nacional, pero sin perder el
valioso contenido social y de ideales humanos que en ella reside.
“La
regulación económica tenía dos vertientes: las facultades
reguladoras que el ordenamiento jurídico atribuía a los órganos
del poder, en relación con la actividad económica de los
particulares y la intervención directa de esos órganos en la vida
productiva, a través de la gestión de empresas del sistema de
subsidios y de la concesión de créditos. Esta intervención alcanzó
su punto máximo con la estatización de la banca, en 1982”2
(p 21)
La
rectoría del estado en la conducción de la economía supuso un
orden y una planeación que tuvo sus beneficios y descalabros, por
ejemplo la producción y distribución de energía eléctrica,
permitió el desarrollo industrial acelerado de la nación,
contribuyendo en cierta medida al milagro mexicano, por otro lado el
monopolio de los hidrocarburos (PEMEX), si bien petrolizó las
finanzas gubernamentales, también supuso un descalabro financiero
con la caída de los precios internacionales del petróleo, la
estatización de la banca supuso un duro golpe a la economía en
términos de inversiones y comercio.
El
desarrollo de un banco central, permitió a México imprimir y tener
control sobre el circulante, pero más importante aún resultó la
autonomía de dicha dependencia gubernamental, que ya no depende de
los designios y juicio del titular de ejecutivo y así puede tomar
mejores decisiones y cumplir sus objetivos, variables macroeconómicas
sanas y baja inflación.
El
presupuesto de la federación se encuentra regulado tanto por el
ejecutivo como por el legislativo, la adquisición de deuda, etc.
Naturalmente el fin del presupuesto es jugar un rol adecuado como
agente económico dentro de la economía en su conjunto.
En
resumen: México se considera una economía mixta siendo que
coexisten la empresa pública (paraestatal) con la empresa privada,
la participación más importante del estado mexicano, es en los
energéticos. (Monopolio, PEMEX).
La
cuestión del presupuesto, por otra parte fue pensada en su momento
para un partido dominante y no para una democracia plural (el cual es
casi el estado actual), por lo tanto existen áreas de oportunidad en
cuanto a modificaciones de carácter legal.
La
Constitución mantiene al presupuesto como una facultad exclusiva de
la cámara de diputados. Casi el 80% del presupuesto se trata de
gastos comprometidos legalmente. (Pagos de salarios, pensiones, deuda
gubernamental, programas, etc.)
Referencias:
1-Francisco
Suárez Dávila. (Desconocido). El proyecto económico de nuestra
constitución política: vigencia y dinámica. 20 de septiembre de
2016, de UNAM Sitio web:
http://bibliohistorico.juridicas.unam.mx/libros/1/95/15.pdf
2-Diego
Valadés. (Desconocido). La función constitucional de la regulación
económica. 20 de septiembre de 2016, de UNAM
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